jueves, 9 de septiembre de 2010

Cooperativa escolar Sao Jose de Mindará



PROYECTO GUINEA BISSAU
Durante la primera semana de agosto, estuvimos trabajando en las instalaciones de la cooperativa escolar Sao Jose de Mindara. Los niños estaban de vacaciones, asi que Ana y yo utilizamos el patio de la escuelita para hacer una improvisada clinica dental.
La escuela no tenía luz artificial dentro de las aulas. Solo tenían un generador electrico que encendían durante algunas horas para conectar un par de ordenadores a internet.Por eso, aunque teníamos todas las aulas a nuestra disposición, preferimos utilizar el exterior de la escuela, ya que eran demasiado oscuras para poder realizar los tratamientos dentales.

En el resto de centros y hopitales donde trabajamos, nos ocurrió lo mismo. Siempre preferíamos salir al exterior para aprovechar la luz natural. ¿cómo pueden acostumbrarse a trabajar con tanta oscuridad? es increible. En nuestra profesión es muy importante tener una buena visión de las piezas dentales y de las demás estructuras de sostén del diente. La boca es una zona dificil de trabajar sin un buen foco de luz.

Pues a pesar de las dificultades, nos fuimos adaptando perfectamente, y nos hicimos nuestra "clinica de batalla", que nos funcionaba perfectamente. Por supuesto no teníamos las mismas comodidades que un gabinete dental europeo, con su aspiración, su escupidera, su sillón anatomico y regulable, los adaptadores para turbina y contraángulo...etc, etc, pero también aprendes que no necesitas tanta cosa. Que puedes hacer mucho bien, con muy poco, y que realmente importante, son cuatro cosillas, y el resto, son comodidades de las que se puede prescindir.

Estas condiciones nos ha hecho desarrollar mucho la imaginación. Y para sacar muchas muelas, hemos puesto a nuestros pacientes en posturas bastante graciosas. Que quedarán en nuestra memoria para siempre, y nos han hecho pasar ratos muy simpáticos junto a las personas con las que hemos trabajado.
También nos ha servido para sentirnos más cercanas a nuestros pacientes, y disfrutar de nuestra profesión, relajarnos, y dar un trato más humano que en las clínicas europeas, donde apenas se tienen relaciones personales y no se trata con las personas si no con clientes. Esto nos ha permitido estar trabajando durante muchas horas, pero sentirnos bien, porque a pesar del cansancio eramos conscientes del alivio que producia nuestra labor. Ya que muchas personas acudian con dolor e inflamación. Incluso muchos caminaban kilómetros desde sus tabancas para poder ser atendidos.
Es muy bonito poder responder a estas necesidades. Cansado pero enormemente gratificante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario